El pasado 3 de febrero anunciamos la puesta en marcha de la primera fase de este proyecto, subvencionado por el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática (resolución de 25/11/2022). En esta ocasión queremos informar de las fuentes documentales de las que nos estamos sirviendo, la metodología de trabajo empleada, y redundar en los objetivos que perseguimos. Abordar una investigación en la que confluyen alrededor de 30 mil personas condenadas a trabajos forzados, unos 40 batallones o unidades de castigo y una horquilla temporal de varios años, requiere sin duda, además de un plan de trabajo, de una aclaración de conceptos e intenciones para una mejor comprensión.
Desde 1938 hasta 1944, fueron destinados a la provincia de Cádiz, principalmente al Campo de Gibraltar, unos 30 mil prisioneros encuadrados en batallones de trabajos que irían cambiando su denominación a lo largo de estos años pero manteniendo el mismo fin punitivo. Aunque en próximas entradas ahondaremos en el origen de estas personas, podemos resumir muy a grandes rasgos que en una primera época procedían de los campos de concentración franquistas en los que fueron internados grandes masas de prisioneros del ejército republicano vencido, y donde fueron clasificados según hubieran sido sus supuestas responsabilidades políticas. Más tarde, se sumarían a éstos, aquéllos jóvenes de las quintas de 1936 a 1941, que considerados desafectos por los sublevados, no habían hecho el servicio militar con el ejército franquista. Era lo que se conocía como “la mili de Franco”.
En la siguiente tabla, con datos extraídos del gran trabajo realizado a nivel estatal por Juan Carlos García Funes, investigador del Fondo Documental de la Memoria Histórica en Navarra, podemos asomarnos a las cifras de la presencia (continuada y mensual) de los prisioneros de estas unidades disciplinarias en la provincia de Cádiz.

Fuente: Anexo de García-Funes, Juan Carlos (2022), «Datos básicos del Fondo “Batallones De Trabajadores y Campos De Concentración” del Centro
Documental de la Memoria Histórica procedente del Archivo del Tribunal Cuentas», Memoriapaper(ak): documentos de trabajo del Fondo Documental de la
Memoria Histórica en Navarra = Nafarroako Oroimen Historikoari Buruzko Fondo Dokumentalaren langaiak, ISSN-e 2444-5932, Nº. 11.

Cuantificar el número exacto de prisioneros destinados al Campo de Gibraltar para la puesta en funcionamiento del Plan de Fortificaciones del Estrecho de Gibraltar es una tarea ingente, por no decir imposible. Dada la gran movilidad geográfica de estos batallones y las continuas altas y bajas que se producían en sus filas, sólo podemos aspirar a conseguir unas cifras muy aproximadas, ya que además existen lagunas documentales, fruto de pérdidas o destrucciones. Es por este motivo que el proyecto necesitará de varias fases para que el mayor número posible de nombres y vidas puedan consultarse en nuestra base de datos.
Por una parte, registraremos en esta base de datos las decenas de expedientes personales de prisioneros de la provincia de Cádiz que penaron en los batallones de trabajo. Estos expedientes personales los hemos localizado y digitalizado en el Archivo General Militar de Guadalajara, institución que custodia miles de ellos. Gracias a estos documentos podemos describir en profundidad el periplo disciplinario de estos gaditanos y ofrecer una visión de conjunto de las condiciones a las que fueron expuestos. Con algunos de ellos escribiremos artículos para obtener un análisis más óptimo de este fenómeno represivo.

Ficha de filiación de Juan González Rosado. BDSTP nº 94

Por otra parte, y en relación a los alrededor de 40 batallones que fueron destinados al Campo de Gibraltar, contamos con copias digitalizadas de las relaciones del Fondo de Batallones de trabajadores y Campos de Concentración que se conserva en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca. Se trata de una documentación contable que los responsables de los batallones enviaban al Tribunal de Cuentas para fiscalizar los pagos de haberes de la tropa y los presos. Pero incluyen además las relaciones nominales, elaboradas mensualmente, de los prisioneros que constituían un batallón determinado; y en muchos casos, aportan información adicional sobre la procedencia (campos de concentración, prisiones, hospitales militares, etc.), traslados a otros batallones, licenciamientos o tareas que realizaban.

Balance de fuerzas en el mes de octubre de 1939 del Batallón de Trabajadores nº 104, emplazado en Jimena de la Frontera.

Si tenemos en cuenta que los batallones estaban integrados por una media de 600 prisioneros, que eran bastante usuales las bajas por traslados a hospitales y sus correspondientes altas de reingreso cuando no fallecían; que las bajas por licenciamiento eran rápidamente suplidas con nuevas altas y que un gran número de prisioneros figuran como ausentes porque se encontraban temporalmente en otras instituciones penitenciarias o eran puestos a disposición de juzgados militares, nos podemos hacer una idea de la complejidad y magnitud a las que nos enfrentamos con este proyecto. De cada revista mensual vamos extrayendo y transcribiendo los nombres de los prisioneros más el resto de información en una tabla, labor que cuenta con la dificultad añadida de que son datos manuscritos o son autocopias escritas a máquina. El paso siguiente es llevar esta tabla a la base de datos.
La información que aportan estas relaciones de prisioneros no es tan completa como la que por lógica otorga la consulta de un expediente personal, pero facilitamos la signatura de estos expedientes para que cualquier interesado/a pueda solicitarlo al Archivo General Militar de Guadalajara, ya que sus listados son públicos.

Relación de bajas en el Batallón de Trabajadores nº 104, emplazado en Jimena de la Frontera, en el mes de septiembre de 1939

Por último, del Archivo General Militar de Ávila, hemos obtenido también documentación muy valiosa, textual y cartográfica, que nos permitirá contextualizar con más criterio el resultado final de la investigación.
Nombre a nombre, caso a caso, pondremos a disposición pública este sincero compromiso de reparar en parte la memoria de estos miles de hombres, condenados en los mejores años de sus vidas a trabajar de esclavos para el régimen franquista y numerosas empresas privadas. Este aspecto tan desconocido de nuestra historia, que sólo pudiera tener su equivalente por la magnitud en los trabajos forzados realizados en el canal del bajo Guadalquivir o la línea defensiva de los Pirineos, merece la consideración de las administraciones y un tratamiento digno de su legado. Por ello, desde 2016, el Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar lucha para que las obras realizadas por ellos en el Plan de Fortificaciones del Estrecho sea declarado en su conjunto como Lugar de Memoria Histórica.

Mapa con red de caminos y carreteras en el sector de Algeciras.

 

Despliegue de artillería.

 

 

 

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