Caricatura de María Gámez ( Manuel Tovar, La Novela Teatral, nº 53. "Doña Perfecta", drama en cuatro actos. de Pérez Galdós).
Caricatura de María Gámez ( Manuel Tovar, La Novela Teatral, nº 53. “Doña Perfecta”, drama en cuatro actos. de Pérez Galdós).

Texto: Fernando Sígler

La actriz María Gámez, nacida en Tarifa (Cádiz) en 1897, constituye un ejemplo de las miles de personas que se exiliaron o emigraron a Argentina durante la guerra civil y la posguerra. Su caso es paradigmático del destino que buscaron numerosos artistas e intelectuales andaluces al otro lado del Atlántico.
El embarque de la actriz de Tarifa María Gámez rumbo a Argentina al comienzo de la posguerra española es uno de los datos que constan en la documentación de archivo consultada en el Centro de Estudios Andaluces, en Coria del Río (Sevilla), en el marco del proyecto Memoria y exilio transoceánico, un trabajo de investigación y divulgación sobre los refugiados andaluces en el país austral, que desarrolla la Casa de la Memoria La Sauceda con el patrocinio de Iberarchivos.
La referencia al viaje de María Gámez figura en los Libros de Desembarco, que recogen los listados de pasajeros extranjeros llegados al puerto de Buenos Aires entre los años 1936 y 1960. Esta documentación fue digitalizada en 2008 por el Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos (CEMLA) en Buenos Aires. Posteriormente, el Centro de Estudios Andaluces adquirió derechos parciales sobre esta fuente de información. La primera monografía que utilizó esta documentación como fuente para la elaboración de un estudio de la migración andaluza al país sudamericano fue Inmigrantes andaluces en Argentina durante la Guerra Civil y la posguerra (1936-1960), de María Enriqueta Cózar Valero, editado en 2012 por el Centro de Estudios Andaluces.
En el registro archivístico consultado figura que María Gámez, natural de Tarifa, de 44 años de edad, de profesión actriz y de estado civil casada, arribó al puerto de Buenos Aires (Argentina) el 5 de mayo de 1941 a bordo del barco Cabo de Buena Esperanza. Había subido a este buque en el puerto de Cádiz y cuando llegó a la capital argentina dio como dato de su domicilio provisional el Teatro Politeama bonaerense (1).

Investigación de los Libros de Desembarco en el Centro de Estudios Andaluces, en Coria del Río (Sevilla).
Investigación de los Libros de Desembarco de andaluces en Argentina, en el Centro de Estudios Andaluces, en Coria del Río (Sevilla).
Fachada del edificio del Centro de Estudios Andaluces, en Coria del Río (Sevilla).
Fachada del edificio del Centro de Estudios Andaluces, en Coria del Río (Sevilla).

La embarcación en la que viajó la actriz tarifeña había tenido con anterioridad otras denominaciones. Había sido botada en 1920 con el nombre de Hoosier State; pasó a llamarse President Lincoln en 1922, y en 1940 la empresa Bergé y Cía la adquirió y la bautizó como María del Carmen. Inmediatamente pasó a propiedad de la compañía Ybarra (2). El 18 de agosto de 1940 hizo el viaje de La Habana a Cádiz. Al mes siguiente, el 4 de septiembre, realizó su primer periplo a la capital argentina con el nombre de Cabo de Buena Esperanza. El itinerario hasta la República Argentina se iniciaba en Barcelona y hacía escalas en Cádiz, donde subió Gámez, Santa Cruz de Tenerife, La Guaira, Curaçao, Río de Janeiro, Santos y Montevideo hasta llegar a Buenos Aires. En el país austral María Gámez permaneció hasta el año 1954.

María Gámez fue actriz de teatro y cine. Durante toda la Segunda República desarrolló su trabajo artístico en una compañía propia, que había creado en 1922. El amor por este oficio se lo habían inculcado sus progenitores, los actores Sebastián Gámez y Micaela Calle, y ella lo perfeccionó siguiendo una formación como actriz teatral. Su precocidad se puso de manifiesto cuando con 17 años de edad figuró como primera actriz de la compañía de José Tallaví, en el Gran Teatro de Cádiz, en 1914, en la representación de La malquerida, obra de Jacinto Benavente que había estrenado el año anterior María Guerrero en el Teatro de la Princesa de Madrid. Precisamente, Tallaví había mostrado su talento como actor teatral en Argentina entre los años 1908 y 1911, y a su regreso a Madrid dio a conocer al público diversas obras de autores argentinos actuando junto con María Gámez (3).

Una caricatura de Manuel Tovar prueba que representó en el año 1917 el drama Doña Perfecta, de Benito Pérez Galdós.

Con su propia compañía de comedias, María Gámez actuó en varias ocasiones en Tarifa en los años veinte. En julio de 1926 puso en escena en el Salón Medina dos obras teatrales: Concha la Limpia, de los hermanos Quintero, y Secciones de Buen Amor, de Jacinto Benavente. El periódico Unión de Tarifa valoró así su actuación en una crónica del 31 de julio de 1926: “La fiel interpretación de María Gámez en ambas obras (y su compañía) arrancó nutridos aplausos al auditorio que totalmente invadió el bonito coliseo durante las dos noches, obteniendo un gran éxito, aunque a decir verdad la actuación de la Gámez, sin pasar de buena, no fue en la presente ocasión un acontecimiento teatral en Tarifa” (4).

Al año siguiente, en octubre de 1927, María Gámez volvió a recalar en el mismo teatro de su ciudad natal para interpretar tres piezas: La ermita, la fuente y el río, de Eduardo Marquina, obra que había estrenado Margarita Xirgu el mes de febrero anterior en el Teatro Fontalba de Madrid (5), La boda de Quinita Flores, de los hermanos Álvarez Quintero, y El secreto de Lucrecia, de Muñoz Seca. En esta ocasión, la crónica de Unión de Tarifa fue más favorable: “La obra de Marquina, con la que debutó la compañía, alcanzó un doble éxito, aplaudiéndose bastante la labor desarrollada por sus intérpretes. También las otras dos obras gustaron mucho, aplaudiendo el público la labor de la gran actriz y demás artistas, que admirablemente encarnaron sus respectivos papeles” (6).

En 1930 cosechó también un gran éxito en Valencia. En el Teatro Principal, la compañía de María Gámez estrenó La noche bruja, de Mario Blasco, obra ambientada precisamente con tipos argentinos (7).

Anuncio de la proyección de La señorita de Trevélez, en la que actúa María Gámez, en el Palacio de la Música de Madrid el 3 de mayo de 1936 (Atlantic Films).
Anuncio de la proyección de La señorita de Trevélez, en la que actúa María Gámez, en el Palacio de la Música de Madrid el 3 de mayo de 1936 (Atlantic Films).

En cuanto a su faceta de actriz cinematográfica previa a su embarque a Argentina, Gámez alcanzó cierto reconocimiento durante la República con la interpretación del personaje Florita en la película La señorita de Trevélez, dirigida por Edgar Neville, estrenada en 1936 y basada en la obra del mismo título de Carlos Arniches (8). Tras participar en Molinos de viento, de Rosario Pi (9), estrenada en 1938, se fue a Italia para incluirse en el rodaje de la película El nacimiento de Salomé, de Jean Choux, estrenada en 1940.

Al año siguiente, se embarcó a Argentina. El hecho de fijar como residencia en la capital bonaerense el Teatro Politeama, parece indicar que ya había establecido para su llegada lazos con el mundo teatral del país austral, recogiendo así la semilla que había plantado en el tránsito de la primera a la segunda década del siglo el actor José Tallaví, de cuya compañía había sido primera actriz. Este teatro, que había sido inaugurado en 1879, se ubicó en un segundo edificio en 1936, con la construcción del ensanche de la avenida Corrientes. No consta la actividad teatral que pudiera haber desempeñado durante su estancia en Argentina, pero cabe señalar que su regreso fue coincidente con una crisis suscitada en el Teatro Politeama por el interés de sus propietarios de venderlo al no obtener el suficiente beneficio por el reducido aforo de este coliseo. Dos años después del regreso de María Gámez a España, el Teatro Politeama cerró. El edificio además fue demolido dos años más tarde. Una crónica periodística de la época decía que en Buenos Aires en aquellas fechas había 23 teatros, y se lamentaba de que uno tan emblemático y céntrico tuviera los días contados. Entre las causas de este cierre, además del interés de la propiedad, añadía el perjuicio que a su juicio había causado la decisión de suspender las sesiones diarias vespertinas. Esta crónica decía: “El error de aquella exigencia -que unos dicen impuesta por capricho palaciego y otros por el Sindicato de Actores-, al suprimir la función diaria vespertina, se está pagando bien duramente. Los teatros descansan un día por semana. Sábados, domingos y días de fiesta tienen función por la tarde y la noche. Los días restantes, solamente función de noche. Sueldos, gastos de alquiler han aumentado. Y la butacas, que costaba antes dos pesos, vale ahora de 20 a 25. Es decir, diez veces más. Alguna voz -aislada- ha sugerido la simultánea actuación de dos compañías por teatro. Mas no ha sido posible aceptarlo, porque ninguna figura de algún relieve se ha prestado a figurar al frente de la compañía que hubiese de actuar por la tarde” (10).

Tras regresar a España, tuvo papeles en las películas Calle Mayor, de Juan Antonio Bardem, de 1956, y Los jueves, milagro, de Luis García Berlanga, de 1957.

NOTAS

1 Centro de Estudios Andaluces, Transcripción de los listados de los Libros de Desembarco, 1936-1960.

2 Castillo Dueñas, Adolfo e Ybarra Mencos, Íñigo: La Naviera Ybarra. Sevilla, Guadalquivir Ediciones, 2004; Sanahuja Albiñana, Vicente Luis: Vida marítima (https://vidamaritima.com).

3 Saro Gandarillas, Francisco: “José Tallaví Villalobos”, Diccionario Biográfico Español. Madrid, Real Academia de la Historia, 2011; Famá Hernández, Roberto (ed): “José Tallavía en Buenos Aires, año 1911”, en Colecciones Teatrales (http://coleccionesteatrales.blogspot.com).

4 Unión de Tarifa, 31/7/1926, citado en Navarro Cortecejo, Juan: “María Gamez”, Aljaranda. Revista de Estudios Tarifeños, nº. 53, 2004, págs. 19-21.

5 Blanco y Negro, 20/2/1927, págs. 64-65.

6 Unión de Tarifa, 31/7/1926, citado en Navarro Cortecejo, Juan: “María Gámez”, Aljaranda. Revista de Estudios Tarifeños, nº. 53, 2004, pág. 21. En el Archivo de la Casa de la Memoria se conservan ejemplares impresos de Aljaranda de los números 36, 52, 72, 73 a 80, 82, 83 y 85 a 91, además de artículos fotocopiados de los número 12 y 33. En el archivo digitalizado hay una copia del número 53 completo, incluida la portada, en el que figura el artículo de Juan Navarro Cortecejo titulado “María Gámez”. En la base de datos de Dialnet están los artículos completos de todos los números de esta revista.

7 ABC, 16/2/1930, pág. 74. La crónica decía que la obra “obtuvo un éxito caluroso, al que cooperó notablemente María Gámez”.

8 Borau, José Luis: Diccionario del cine español. Madrid, Alianza, 1998; Fernández Sánchez, Manuel Carlos: Historia del cine en el Campo de Gibraltar (1895-2000). Sevilla, Bahía, 2002, pág. 282; Caparrós Lera, José María: Arte y política en el cine de la República (1931-1939). Barcelona, Editorial 7 1/2, Universidad de Barcelona, 1981, pág. 117. Este autor califica de “espléndida la creación de María Gámez” del personaje de Florita. Esta película se proyectó en Cádiz el 28 de febrero de 1937.

9 Otero, Irene: “Mujeres en la historia del cine español (5). Rosario Pi: el discurso feminista de la primera directora del cine sonoro (II)”, en Centro Virtual Cervantes, 24/10/2018.

10 Triana, José María: “ ABC en Buenos Aires: otro teatro que desparece”, ABC, 28/9/1956, pág. 48.

[Este trabajo ha contado con la colaboración de Elena Petisme, Wenceslao Segura y Malu Talén].

Portada del nº 53 de Aljaranda, donce aparece el artículo de Juan Navarro sobre María Gámez.
Portada del nº 53 de Aljaranda, donce aparece el artículo de Juan Navarro sobre María Gámez.
Cubierta del libro Historia del cine en el Campo de Gibraltar, de Manuel Carlos Fernández Sánchez, en el que se habla de María Gámez, disponible en la Biblioteca de la Casa de la Memoria.
Cubierta del libro Historia del cine en el Campo de Gibraltar, de Manuel Carlos Fernández Sánchez, en el que se habla de María Gámez, disponible en la Biblioteca de la Casa de la Memoria.
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