La Casa de la Memoria La Sauceda celebró el 18 de noviembre de 2018, dentro de las actividades conmemorativas de su segundo aniversario, un acto de agradecimiento público al pueblo de Gibraltar por la acogida y la ayuda prestada en 1936 a las miles de personas que huyeron al Peñón para escapar del terror franquista que empezó a fusilar a inocentes el mismo 19 de julio. Más de 5.000 personas salvaron así la vida. Entre julio y septiembre de 1936 muchas de ellas fueron acogidas en tiendas de campañas instaladas en el llamado campo neutral, lo que hoy es el aeropuerto. A partir de octubre los refugiados comenzaron a ser enviados en barcos a Málaga, Tánger y otros puertos extranjeros o bajo control de la República. Unas 400 personas se quedaron a vivir para siempre en Gibraltar.
El homenaje al pueblo gibraltareño resultó muy emotivo y participativo. El salón de actos de la Casa se llenó y el Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar entregó varias distinciones. Una de ellas fue para Unite, organización heredera del Transport and General Workers Unión (TGWU), sindicato cuyos afiliados en el astillero de Gibraltar repararon en sus horas libres y sin cobrar el buque José Luis Díez, que en 1938 tuvo que refugiarse en el puerto de la Roca tras ser atacado por la flota franquista al cruzar el Estrecho.Otra distinción fue para Aida Barea, hermana de un muchacho de 16 años que fue asesinado en La Línea por las tropas sublevadas llegadas desde Algeciras que el 19 de julio dispararon contra las personas que se habían concentrado junto al cuartel de Ballesteros en defensa de la República y en solidaridad con los militares que se habían mantenido fieles a ella. Aida vive en Gibraltar desde 1936 porque su familia se refugió allí temiendo que su padre, comerciante afiliado a Izquierda Republicana, fuera asesinado por los franquistas.Otra distinción la recibió Tito Benady, historiador gibraltareño de 89 años a quien nadie ha tenido que contar qué pasó en aquellos días de julio del 36 porque él recuerda perfectamente y con nitidez cómo cientos de vecinos de La Línea empezaron a llegar por todos los medios a la bahía de Los Catalanes, donde él estaba junto a su madre disfrutando de un plácido domingo de playa.
Hubo también una distinción para José Netto, histórico dirigente del sindicalismo gibraltareño que recibió su formación práctica e ideológica de los sindicalistas de la CNT y de otros republicanos campogibraltareños refugiados en el Peñón. Sus hijos Michael y Jaime recogieron la distinción ya que Netto, que va a cumplir 89 años, no puso asistir. El homenaje concluyó con la proyección de la película documental Gibraltar 1936.