Prisioneros en los batallones disciplinarios de la posguerra

Oliverio García Martínez, natural de Jerez de la Frontera, con residencia en Barcelona, de oficio pintor de coches y de estado civil casado, fue condenado en enero de 1938 a realizar trabajos forzados en el Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores nº 40, destacado en Palma de Mallorca a tenor de un certificado expedido por el capitán de la 1ª compañía. Procedía del tristemente célebre campo de concentración de San Marcos (león), considerado uno de los más duros, por el que pasaron al menos entre 15 mil y 20 mil prisioneros y en el que fallecieron por enfermedades y maltratos entre 1500 y 2900. El convento que en su día fue claro ejemplo del sistema concentracionario franquista es hoy día un parador nacional de turismo.

Oliverio permaneció en el batallón nº 40 hasta el 21 de enero de 1941, cuando fue licenciado por la Junta de Inspección de campos de concentración, fijando su residencia en Barcelona. Por una declaración jurada fechada en agosto de 1945, en la que se resume su periplo disciplinario se afirma que “… más tarde fue sujetado a proceso por el juzgado militar nº 7 de dicha plaza…”.
No especifica su expediente la fecha de la sentencia, pero en otro documento se observa que fue sentenciado a 20 años y un día por auxilio a la rebelión. Así pues, fue condenado de nuevo a trabajos forzados en el Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores Penados nº 96, emplazado en el paraje del Alto Aragonés, próximo a Tarifa, donde ingresó el 14 de enero de 1944. El 5 de noviembre de ese mismo año se evadió del batallón, pero fue detenido seis días después en Jerez de la Frontera y encerrado en los calabozos del regimiento de artillería nº 74. Allí permaneció hasta el 5 de enero de 1945, fecha en que compareció ante el juzgado eventual del batallón.

Le fue impuesto un correctivo de un año, pero al parecer fue liberado dos meses y medio después. En su hoja de conducta se manifiesta que siempre guardó una conducta intachable. Oliverio obtuvo el licenciamiento el 17 de enero de 1946 y fijó de nuevo su residencia en Barcelona. Este joven, del cual las autoridades sublevadas no habían encontrado antecedentes político-sociales, estuvo en los batallones de trabajo forzado un total de 3 años, 4 meses y 2 días.

Fuente: Archivo General Militar de Guadalajara. Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores Penados. 2ª Agrupación. Caja 301660, expediente 3293.
Media filiación de Oliverio García Martínez

 

 

 

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