Varias decenas de personas participaron al mediodía del domingo 20 de junio de 2021 en un homenaje colectivo a las personas asesinadas por las fuerzas fascistas en Jimena de la Frontera entre 1936 y 1945 cuyos restos están siendo buscados actualmente en la exhumación que se lleva a cabo en el cementerio municipal. El homenaje fue para todos, como grupo, pero los asistentes al acto pusieron nombres y apellidos a sus seres queridos desaparecidos e incluso pudieron leer en voz alta o escuchar relatos de sus vidas y de lo que sufrieron.
Junto al alcalde de Jimena, Francisco Gómez, a Pascual Collado, representante de los familiares, y a miembros del Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar, asistieron al acto hijas/os, nietas/os y bisnietas/os de personas asesinadas por las fuerzas sublevadas contra la República como Melchora Prieto Moncada, los hermanos Pascual, Aurelio y Luis Collado Jiménez, Manuel Reyes Ruiz, Francisca Oliver García (y cinco hermanos suyos: Cristóbal, Miguel, Martín, Antonio y Tomás), Manuel Reyes Oliver, Martín Oliver García, José María Gómez Boza, Antonio Ríos Gavilán, José Saraiba Saraiba, Andrés Sierra Godino, Manuel Rondón Sierra, Fernando Riquelme Pérez, Manuel Riquelme Pérez, Salvador Mora Delgado, José Vera Pajares, Alfonso Pineda Fernández y Cristóbal León Rubiales.
Especialmente emotiva fue la intervención de Francisca Saraiba Acedo, vecina de San Pablo de Buceite que está a punto de cumplir los 95 años de edad y que recuerda, como si fuera ayer, cómo a los nueve años salió huyendo del ejército fascista junto a su familia y muchos otros vecinos del pueblo camino de Málaga. Francisca nunca ha dejado de pensar en su padre, José Saraiba Saraiba, que fue zapatero y guardia municipal en tiempos de la República, y fue fusilado en 1937 cuando volvió de Málaga con su familia creyendo en la falsa promesa hecha por los sublevados de que nada tenía que temer quien nada malo hubiera hecho. Francisca Saraiba aún espera recuperar los restos de su padre y confía en que den resultados las exhumaciones y la comparación de su ADN con el que se extraiga a los trece esqueletos que se han hallado ya, o estén aún por encontrar.
Cada familiar presente en el acto recibió un ejemplar del libro Jimena de la Frontera, 1936-1945. Testimonios. Hablan las personas que buscan a sus familiares asesinados, del que son autores Juan Miguel León Moriche y Jesús Román Román. León Moriche leyó algunos de los testimonios de los entrevistados y explicó algunas conclusiones que se pueden sacar al analizar toda la información aportada por las familias.
Las entrevistas para hacer el libro, realizadas en 2019 y 2020, son veintiséis. Los entrevistados han dado información sobre cuarenta y dos personas que fueron asesinadas. De estas cuarenta y dos personas, diecinueve figuran en el listado de 98 víctimas que hasta ahora se conocían y sus nombres están inscritos en el cenotafio que se erigió en el cementerio municipal hace unos años. Otras veintitrés no aparecen en el listado ni en el cenotafio. Son estas: Melchora Prieto Moncada y dos tíos suyos, Francisco Téllez Rodríguez, Antonio Moreno Vallecillo, José Quintero Herrera, Manuel Reyes Oliver, los hermanos Francisca, Martín, Cristóbal, Miguel, Antonio y Tomás Oliver García, José Perea García, Antonio García Meléndez, Juan Bautista, Manuel Riquelme Pérez, Salvador Mora Delgado, Cristóbal León Rubiales, José Vera Pajares, Alfonso Pineda Fernández, Francisco Mendoza Delgado y un niño de quince años sin identificar.
León Moriche pidió al alcalde que se incorpore a estas personas al cenotafio, o se les haga un homenaje de alguna otra manera para que sus nombres no caigan en el olvido y agradeció a las autoridades municipales su colaboración en las exhumaciones y en la publicación del libro que se presentaba. El acalde aseguró que así se haría e insistió en que el apoyo del Ayuntamiento a las políticas y actividades de memoria van a seguir siendo permanentes.
Pascual Collado expresó la satisfacción de las familias por el día que estaban viviendo y constató que el fascismo no sólo asesinó a muchas personas en Jimena sino que también intentó borrar para siempre las huellas de sus crímenes eliminando las partidas de nacimiento y defunción de sus víctimas. Andrés Rebolledo, presidente del foro, afirmó que la lucha del movimiento memorialista no es solo por recuperar los restos de las personas y que sus familias tengan la reparación que merecen, sino también por recuperar sus ideas y valores de libertad, progreso y justicia social.