En los momentos finales del franquismo -concretamente fue presentada en París el 29 de julio de 1974- la oposición democrática se había aglutinado en la Junta Democrática de España, una coalición de fuerzas que incluía al Partido Comunista de España (PCE), liderado por Santiago Carrillo, el Partido del Trabajo de España (PTE), el Partido Socialista Popular (PSP) de Enrique Tierno Galván, la Alianza Socialista de Andalucía (ASA), el sindicato Comisiones Obreras (CC OO), el Partido Carlista (PC), liderado por Carlos Hugo de Borbón, y personalidades independientes como Rafael Calvo Serer, vinculado a la dinastía borbónica y algunas figuras de intelectuales personajes relevantes.
Esta Junta Democrática, en la que jugó un papel importante Antonio García Trevijano a la hora de constituirse, luchaba por acabar con el gobierno de Franco a través de un movimiento popular al que llamaban “ruptura democrática” y resumían sus aspiraciones en una serie de puntos entre los que se encontraban los derechos individuales, como libertad política y sindical, la amnistía para los supuestos delitos políticos e ideológicos y la formación de un gobierno provisional que convocase elecciones generales de las que saldría el modelo de Estado que iba a tener España en el futuro. Con estos planteamientos logró aglutinar un importante apoyo popular entre el que también se incluían, desde asociaciones de vecinos, a algunos sectores eclesiásticos.

Extracto del decreto publicado por el semanario Triunfo.
Extracto del decreto publicado por el semanario Triunfo.

No obstante esta unidad, el 11 de julio de 1975 se creó la Plataforma de Convergencia Democrática, en torno al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y en la que se integraron Izquierda Democrática (ID), la Unión Socialdemócrata Española (USE), el Movimiento Comunista (MC) y la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT).
Sin embargo, la división no parecía favorecer las aspiraciones de este amplio grupo de fuerzas y ambas firmaron conjuntamente diferentes documentos, manifiestos y propuestas, lo que les llevó en marzo de 1976 a constituirse como Coordinación Democrática, más conocida como la Platajunta.
Y esta introducción nos lleva a los documentos que se han localizado entre los materiales de los fondos de Jesús Ynfante. El primero de ellos es uno titulado «Circular número tres de la Comisión Permanente de la Junta Democrática de España», fechado en Madrid, en septiembre de 1975 y que constan de 5 folios. En el texto podemos leer: «Con el pretexto de algunos actos terroristas ocurridos últimamente, y tras una amplia campaña propagandística de justificación que continúa aún en forma insistente, el Gobierno ha dictado un Decreto-Ley, que bajo el título de “prevención contra el terrorismo” crea en realidad un verdadero estado de excepción sobre todo el territorio español, para acentuar la represión y detener el empuje de las fuerzas democráticas que, bien lejos de la violencia individualista, están impulsando la acción de masas para tratar de conseguir por vía pacífica el derrocamiento del Régimen y el establecimiento de la democracia».
El escrito es prolijo en catalogaciones del tipo: «se legaliza el terrorismo policial contra el movimiento obrero y popular», «se intenta controlar aún más estrechamente a la judicatura», «el nombramiento como auxiliares de la policía de serenos, vigilantes, porteros, etc. atestiguan la deliberada intención del Régimen de introducir un clima de sospecha, delación y desonfianza entre los ciudadanos», «no es perseguir a un terrorismo individual, aislado y ocasional, sino perfeccionar los instrumentos legales de represión contra las masas populares», «la dictadura de Franco y su continuísmo juancarlista no sólo personifican la opresión y la injuusticia, sino también el desorden y el terror como medio de gobierno», «Más que una ley contra el terrorismo, como el Gobierno la ha denominado, en una verdadera ley del terror». Junto a estos, se analiza la situación del país, reseñando que el nuevo Decreto lo que pretende es paralizar las protestas masivas que estaban teniendo lugar y que con él han triunfado las tesis más inmovilistas y ultras del Gobierno, que en aquellos momentos encabezaba Carlos Arias Navarro, por lo que la única vía posible para llegar a la democracia es a través de la ruptura.
Se hace un llamamiento a la unidad de todas las fuerzas, tanto de derechas como de izquierdas para llevar a cabo una acción coordinada en la lucha por la democracia del pueblo español, al tiempo que también se envía un guiño a los militares que se oponen a una legislación tan extrema en contra de la ciudadanía, manda su apoyo al pueblo vasco que está siendo víctia también de terrorismo, del que hacen responsable al Gobierno de Franco y se posicionan en contra de las penas de muerte recientemente decretadas.
Respecto al texto legal al que se alude, fue publicado en el Boetín Oficial del Estado el 27 de agosto de 1975 el «Decreto-Ley sobre prevención del terrorismo, aprobado en el último Consejo de Ministros y sancionado por el Jefe del Estado. Esta disposición, cuya urgencia ha sido apreciada por la Comisión de Competencia Legislativa de las Cortes Españolas, entre hoy mismo en vigor». La totalidad del decreto puede leerse en el número 675 de la revista Triunfo, en su sección de Hemeroteca, del 6 de septiembre del mismo año, que también se encuentra en el archivo de la Casa de la Memoria de la Sauceda. Así que podemos tener acceso a toda la información a la que se refieren los comunicados, tanto de la Junta Democrática, como de Convergencia Democrática. Leyendo la noticia en Triunfo, podemos comprobar los artículos del decreto, en los que se refiere a organizaciones ilegales, apología y justificación, colaboración, defensa de ideologías, detención y registros, prisión provisional, defensa y recurso y medios de comunicaión. Continúa el semanario con una entrevista, firmada por la Agencia Cifra, a Eleuterio González Zapatero, subsecretario de Justicia y, a continuación, una serie de editoriales recogiendo las posiciones y las interpretaciones de que de él hacen los principales periódicos y periodistas del momento. En este orden de cosas, en el Diario Mallorca, escribiá José Oneto sobre los secuestros de algunos medios como Destino, Posible y Cambio 16, así como de la no salida de Blanco y Negro por “problemas técnicos”.
Por otro lado, el segundo documento, que da título a esta reseña, es el redactado conjuntaente por las dos grandes confluencias y, en términos similares a los descritos anteriormente, menciona el Decreto, el Reglamento especial que también se ha aprobado para la Policía y las penas de muerte que se han firmado. Respecto a éstas, que se efectuaron el 27 de septiembre de 1975 -por lo que, aunque la fecha de los documentos no consigne el día, pensamos que debieron ser redactados con anterioridad al día de las ejecuciones- en Madrid, Barcelona y Burgos, acabaron con la vida de José Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz, miembros del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP) y Juan Paredes Manot y Ángel Otaegui, pertenecientes a ETA. Hay que recordar el rechazo unánime, incluso a nivel internacional, que estas condenas levantaron y que aislaron aún más al franquismo en esos momentos finales, próximos ya a la muerte del dictador.
Finaliza la nota, antes de advertir que el Movimiento Comunista de España no se ha adherido, de foma rotunda: «tanto la Junta Democrática como la Plataforma de Convergencia Democrática se comprometen ante la opinión pública a realizar un esfuerzo unitario que haga posible la formación urgente de una amplia coalicón organizada democráticamente, sin exclusiones, capaz de garantizar el ejercicio, sin restricciones, de las libertades políticas y sindicales y de los derechos ciudadanos, abriendo un período constituyente que desemboque en la consulta popular determinante de la forma de Estado y de Gobierno.
A día de hoy sabemos que esa consulta jamás se realizó, ya que todas las propuestas quedaron unificadas dentro del texto constitucional que se sometió a referéndum en diciembre de 1978 quedando, por tanto ahí diseñado el mdelo de Estado. Modelo de Estado por el que en los últimos tiempos, y tras las últimas noticias generadas en el seno de la monarquía, hacen que un buen número de personas reclamen poder expresarse. Por otro lado, no podemos menos que desear esa unidad de todas las fuerzas políticas y sociales en tiempos tan complicados como los que vivimos ahora a causa de la pandemia del coronavirus.

Comunicado conjunto de la comisión permanente de la Junta Democrática de España.
Comunicado conjunto de la comisión permanente de la Junta Democrática de España.
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